EL NIÑO Y SUS PADRES
El niño, desde que nace, recibe información diversa del medio ambiente: sonidos, luz, textura de su pañal, de la piel de su madre, etc. Todo esto influye y el niño lo asimila, ya que durante los 4 ó 5 primeros años de vida son como una esponja que todo lo absorbe.
En esta época es cuando el niño aprende la mayoría de las cosas que va a saber cuando sea un adulto.
SABER ESCUCHAR
¿CÓMO PROPICIAR LA ADQUISICIÓN DEL HABLA?
Los especialistas del lenguaje suelen generalmente recomendar lo siguiente:
- Dele su tiempo y atención. Deje que el niño le balbucee y anímelo realmente a emitir sonidos vocales.
- Repítale los sonidos cuando él se esfuerce por hablar, animándolo por medio de manifestaciones de interés y satisfacción con él. La mejor manera de hacerlo es repitiéndole el sonido con una voz suave y cálida.
- Un niño aprenderá a hablar del mismo modo que oye hablar a sus padres y demás personas próximas a él. Si no pronuncia bien las palabras, es que así lo ha aprendido de sus padres.
- En un comienzo los padres deben imitar las emisiones fónicas de su niño para estimularlo a que repita y perfeccione su expresión, ya posteriormente, a medida que crece, el niño imitará y no ha de ser imitado.
- Si los padres hablan entre ellos y con el hijo de una manera sensata, clara e inteligible, el niño aprenderá a hablar exactamente de la misma forma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario